La Oruga Azul.

La Oruga Azul.
La oruga se puso azul turquesa, porque presa de la luz de la poesía, reposa en las cuartillas de la mesa impregnada de tinta y fantasía… (Antonio Peláez Torres),

miércoles, 29 de enero de 2025

Entrevista a Teresa Gómez, autora de "Plaza de abastos"

 


Háblanos un poco de ti como poeta.

Siento que, como poeta, debo utilizar el poder que tiene la poesía para sacudirnos, para ofrecer un relato alternativo, más humano, más crítico, para dar luz a otra realidad. A menudo cuando miro a mi alrededor me parece encontrar un mundo enfermo, ajeno al dolor de los demás, ajeno a las terribles desigualdades y a la destrucción y con una sociedad que lo tolera con su indiferencia, con su silencio, unos medios de comunicación que nos dicen que han muerto más de 50.000 personas en Gaza, en vez de decir que han sido asesinadas… y en este sentido, la literatura, como el arte en general me parece que puede ser una forma de activismo.

 

¿Qué podemos encontrar en este libro?

Es, sobre todo, un intento de afrontar el pasado con la necesidad de cuestionarlo para reconstruirlo. Ten en cuenta que este libro pertenece a ese momento histórico en que nuestra generación afrontaba un cambio con enorme ilusión: los primeros pasos de la democracia. Los jóvenes estábamos convencidos de que, en esas circunstancias, seríamos capaces de construir un mundo mejor y los poetas, y las poetas alzando nuestra silenciada voz femenina, nos pusimos a ello con nuestros versos. Lamentablemente nuestras ilusiones enseguida fueron arrolladas por la energía extraordinaria del poder neoliberal y las feroces leyes del capitalismo.

 

¿Por qué elegiste ese título?

Trataba de encontrar un espacio en mi entorno, en la vida próxima, cotidiana, en la que nos movemos y desarrollamos nuestra actividad, que reflejara esa idea más universal de un mundo -mercado donde todo se compra y todo se vende. Intentando enfocar este análisis desde la ternura por el ser humano y sus contradicciones y quizá más específicamente por el ser humano mujer, me pareció que las “Plaza de abastos” podían representar ese espacio en mi pequeño mundo.

Por otra parte, a lo largo de toda mi vida las plazas de abastos me han fascinado, olores, sabores, colores, bullicio y un espacio donde la mujer desde tiempos inmemoriales ha negociado con poderío. Cuando visito una ciudad, su plaza de abastos es uno de los primeros lugares que busco, y adoro esas plazas cuidadas, que ofrecen un placer infinito para cada uno de los sentidos, como la Boquería de Barcelona o la de Almería… y qué decir de los mercados de Fez, Estambul…

 

¿Qué aporta la poesía al mundo?

La poesía no puede cambiar el mundo, pero sí a las personas, creando conciencia, nombrando el horror, pero también la esperanza, porque podemos manifestar nuestra solidaridad, porque compartir la poesía puede sanar un corazón herido poniendo voz al miedo, al desconsuelo, a la dignidad, a la alegría...

 

¿Si tuvieras que elegir un título para este poema, cómo lo llamarías?

No sé si tengo derecho a enmendarle la plana a Julia Uceda, entre otras cosas porque creo que ella le puso ese título “Hablo de la infancia” para darnos una pista. Pero si me insistes, creo que le pondría el título de un poema mío “Equipaje contra el frío” ya que narra unas circunstancias cuyo recuerdo le ayudarán a vivir y a superar los momentos difíciles.

 

Escalera crujiente,

trozo de bosque organizado

por el que ir hasta la cumbre

de aquel desván lleno de sueños,

pájaros silenciosos

que viajan sin ruido.

Sobre ti estaba el premio

cubierto por el polvo

y lo muerto vivía

para mí, en mis ensueños.

Hogar sin sótanos,

todo aquello era hermoso

porque estaba creando su recuerdo;

viviéndote, sentía

que de algún modo ya te recordaba.

Y siempre que te acercas

entre la niebla, oigo

cómo se queja suavemente,

enmohecido por las lluvias,

el pesado cerrojo de una verja.

La del jardín acaso.

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