La Oruga Azul.

La Oruga Azul.
La oruga se puso azul turquesa, porque presa de la luz de la poesía, reposa en las cuartillas de la mesa impregnada de tinta y fantasía… (Antonio Peláez Torres),

domingo, 30 de mayo de 2021

SIGLO XXI, por Marien González Rozas.

 



 Estás triste. Tu mirada perdida. No puedes enfrentar los ojos de la mujer que tienes delante.

Buscaste en Internet hasta encontrarla. La mejor en su especialidad. Ha llevado más casos como el tuyo, tiene experiencia y ya no podías soportar más el abismo que se abre ante ti. El vacío.

Ahora ella te habla y sus palabras te dan vértigo. Te bajan del podio a la tierra de la que estás tan alejada.

Te das cuenta de que una parte de tu vida es mentira, nada, menos que polvo.

Lloras. Tus lágrimas disminuyen un poco la presión en tu pecho.

En ese preciso instante suena tu teléfono. Una alarma de aviso. Pides perdón y te excusas ante la psiquiatra.

Ya en el baño, te recompones, secas tus lágrimas y te maquillas de forma mecánica. Un rostro perfecto. Tienes que enviar un vídeo a tus miles de seguidores, no pueden vivir sin saber qué actividad súper-interesante ocupa hoy tu tiempo.

Haces un esfuerzo ímprobo para parecer feliz. Vendes felicidad, no puedes fallarles.

Vuelves a la sala. «Esta es mi vida», le dices avergonzada. «Hacer creer a la gente que mi mundo es perfecto y que ellos también pueden conseguirlo. Un trampantojo. Soy esclava de la mentira, de las redes».

Curiosa palabra: «redes». Porque te sientes atrapada en la red. No puedes mostrar debilidad, ni tristeza. No puedes llorar. Tienes tanto dinero que no sabes qué hacer con él.

Te derrumbas, y la mujer que tienes ante ti te mira con dulzura. Eres tan joven. «Llora», te dice, «llora hasta que la verdad salga a la luz, tu verdad».

Piensas que en definitiva eres una esclava, esclava de la mediocridad, pero que puedes dejar de serlo. Tienes opciones, puedes elegir.

Como si te estuviese leyendo el pensamiento, tu psiquiatra te dice: «¡Irene, puedes elegir!».

No hay comentarios:

Publicar un comentario