jueves, 21 de noviembre de 2024
AHORATELEO, revista literaria. Número 9. noviembre de 2024.
Entrevista a Rafael Ruiz Pleguezuelos, autor de "La mano muerta y otros relatos de azúcar y fuego.
Háblanos un poco de ti.
Nacido en Granada, de familia de las Viñas de Gor, tan cerquita de Guadix. Nada me mueve como la literatura… necesito escribir cada día de mi vida para sentirme bien. Me mantengo en una disciplina espartana que no me pesa por esa pasión por la escritura que inunda todo. Los géneros en los que más cómodo me muevo son la novela, el relato, el teatro o el aforismo.
¿Qué podemos encontrar entre las páginas de La mano muerta y otros relatos de azúcar y fuego?
El subtítulo de “otros relatos de azúcar y fuego” anuncia el tono de lo que he escrito: en los relatos hay fuerza, destrucción y desasosiego, pero también dulzura, fe en el cambio, ilusión... la idea era crear unos relatos cortos en los que la muerte fuera el hilo conductor, pero vista desde múltiples perspectivas y situaciones. Ninguno de los relatos repite contexto o temática, como si cada uno de ellos fuera un libro en sí mismo. La editora está entusiasmada con el libro y yo también, creo que pueden gustar mucho porque tienen algún componente mágico que provoca que quieras releerlos.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
En que son historias muy humanas, cotidianas, en las que el lector se puede ver muy identificado: un divorcio traumático, el amor no correspondido, la tristeza de la vida en soledad, el amor incondicional por los hijos… son temas que llegan porque son muy de verdad.
¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?
He tenido la suerte de poder mantener una continuidad en librerías, que me ha permitido seguir ganando lectores, con grandes alegrías como las novelas La piel del lagarto o El jardín herido, con buena difusión y recepción. Solamente puedo mostrarme agradecido por el cariño que los lectores me demuestran, y la atención que he recibido de los jurados de premios y editoriales.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
He terminado este fin de semana una obra que me ha maravillado: Abel, de Alessandro Baricco. Lleva como subtítulo «un western metafísico» y es un auténtico logro. Desarrolla la típica historia de las películas del oeste desde una prosa filosófica, lírica, profunda. Un libro curiosísimo.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
A principios de 2025 la editorial Apeadero de aforistas me publicará un nuevo libro de aforismos, La serpiente mecánica. Y ahora estoy trabajando en una nueva novela, que quisiera concluir en algún momento del próximo año. Por ahora marcha bien, estoy contento con los capítulos que ya he trabajado.
Absurdo manuscrito, de José Luis Raya Pérez.
Entrevista a Antonio Tocornal, autor de Árida.
Háblanos un poco de ti.
Entrevista a Fernando de Villena, autor de "La vida más allá del crepúsculo".
Háblanos un poco de ti...
No creo que mi existencia sea más
interesante que la del resto de los mortales. Nací en Granada, gocé de una
infancia y una juventud dichosas. No tardé en descubrir que tenía condiciones
para la Literatura y me entregué a ella con una devoción casi monacal. Fui
profesor de instituto en numerosas localidades andaluzas. Formé una familia y
durante largos años todo fue de maravilla, pero después la vida truncó esa
felicidad con la enfermedad y muerte de mi hija. Ahora, perdidas las ilusiones,
casi puedo afirmar que sólo me sobrevivo.
¿Qué podemos encontrar entre las
páginas de La vida más allá del
crepúsculo?
Aquí reúno mis poemas de los
últimos cuatro años; son textos crepusculares, impregnados de amargura por el
dolor de los seres queridos y por el devenir de la Humanidad, pero también
llenos de belleza, de misterio, de hondo sentimiento ante la naturaleza y de
esperanza.
¿En qué ingrediente reside la
fuerza de este libro?
La fuerza de este libro está en
su verdad. Creo que después de mi larga trayectoria he conseguido la desnudez
tanto en lo referente al estilo como en los sentimientos.
¿Cómo describirías tu trayectoria
de escritor desde la primera publicación a esta última?
Mis primeros libros eran de más
difícil lectura; se hallaban influenciados por los autores renacentistas,
barrocos y grecolatinos. En ellos existía una firme apuesta por la belleza y un
vitalismo lleno de luz y de entusiasmo. Ahora he conseguido la sencillez, pero
mis poemas se han colmado de tristeza.
¿Cuál fue el último libro que leíste
y por qué lo elegiste?
Los dos últimos libros que he
releído (la vejez se inclina más hacia las relecturas) son de José María
Castroviejo, el mejor escritor gallego después de Valle-Inclán y de Emilia
Pardo Bazán. Su prosa poética es un torrente de sorpresas. Los títulos: “Las
tribulaciones del cura de Noceda” y “La montaña herida”.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Atravieso una etapa de sequedad
interior poco propicia a la creación, pero siempre guardo inéditos en la
reserva y pronto se publicará un nuevo libro: “Cuentos de misterio en la Alpujarra”.
Esta fascinante región es uno de los pocos territorios españoles donde todavía
resultan posibles los mitos, la fantasía, el misterio.
”IN MORTE"
A mi hija Teresa
¡Qué amargo es al volver
de cada sueño
encontrar la verdad de que te has
ido!
Te has ido para siempre
y uno mide el rigor de esa palabra
y se niega a aceptarla.
No
veremos ya más
tus ojos de bondad e inteligencia,
tu sonrisa de luz limpia y serena,
tu cuerpecito esbelto y delicado,
tus manos cinceladas en marfil,
la noche tunecí de tu cabello…
Ahora
que nos faltan
tus besos de jardín,
tus besos como oreo
de rosas y celindas
en las noches del sur,
ahora que no llega a mis mejillas
el rocío latente de tus besos,
¿cómo sobrellevar
el peso del vivir?
Como
en los mismos sueños,
se confunden ahora,
en esta amarga y vertical vigilia,
la gracia de tu infancia campesina,
tu dicha en los veranos junto al mar
o en la dorada Italia,
tus ímprobos esfuerzos del estudio,
tus años de dolor y de hospitales…
Yo
pensaba auxiliarme de tu brazo
cuando la edad venciera mis
cimientos,
y soñaba a tus hijos
jugando cada tarde en mis rodillas.
Injusto,
sin embargo, me parece,
terrible cruel e injusto,
que yo siga viviendo
anciano, torpe y terco,
mientras tu juventud de oro se aleja
por un río de sombra hasta lo ignoto.
Insolente
la luz pues no la gozas;
inútil el esfuerzo del mar sin tu
mirada;
ingratas las palabras
pues tú eres ya silencio.
No
quisiera quejarme
porque tú casi nunca te quejabas
a pasar del dolor y su cortejo;
no desesperaré
porque jamás a ti logró vencerte
la desesperación,
ni perderé la fe
pues tú la conservaste, valerosa,
hasta el último instante de tus días
como quien el secreto inmenso guarda
de la inmortalidad.
Es muy triste vivir
tan sólo del recuerdo
cuando se tienen treinta años,
por eso pido a Dios te ofrezca ahora
mañanas sin crepúsculo,
rosas inmarcesibles,
caravanas de estrellas…
No
se oyen los tambores de la lluvia
ni la risa del río y las acequias
porque todo es silencio.
Hoy que el aire se
impregna de tristeza
y los cielos se tornan muros negros,
nuestras vidas ya no nos pertenecen
y sólo nos conforta
tu sonrisa final y la esperanza.
(agosto,
2024)
Entrevista a Víctor del Árbol, autor de "El tiempo de las fieras"
Háblanos un poco de ti.
No hay mucho que decir, más allá de lo que se expresa en mis
novelas; tengo 56 años, nací en Barcelona de una familia de emigrantes del sur
de España y siempre me ha interesado el tema de la identidad, la memoria
familiar y la memoria de nuestro país. Publiqué mi primera novela a los 38 años
y unos años después, gracias al éxito internacional de La Tristeza del Samurai,
dejé mi trabajo en la Policía Autonómica Catalana, donde trabajé 20 años, para
consagrarme a mi pasión de siempre, la escritura. Empecé a ser más conocido en
el extranjero, sobre todo en Francia, antes que en España hasta que, en 2016,
gané el Premio Nadal con La Víspera de Casi todo.
¿Qué podemos encontrar entre las páginas de El tiempo de las fieras?
Un espejo del siglo XXI, fieras de todo pelaje —desde las
altas finanzas hasta la delincuencia más común—que confluyen en Lanzarote para
dar caza a una joven de diecinueve años que guarda un secreto que puede cambiar
el status quo de los poderosos. Una novela que conjuga Historia y novela negra,
rápida, audaz, y que nos invita a dejar de ser las presas y pasar a la
rebelión.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
Sin duda en sus personajes, muy complejos y, por ello mismo,
muy humanos, cercanos a nosotros. También juega su papel el paisaje: Lanzarote,
Texas, Sarajevo, México...Hay un equilibrio perfecto entre la trama y la
profundidad que la hace muy atractiva para todo tipo de lector.
¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la
primera publicación hasta esta última?
Un ascenso lento, a veces difícil, pero siempre estimulante.
Escalón a escalón los lectores me han dado el empuje para convertirme en el
escritor que siempre quise ser. Con los años he aprendido que la literatura es
algo maravilloso, que te lo da todo, a cambio de que tú lo des todo
también.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Acabo de releer Las Memorias de Adriano. Lo elegí al verlo
en una librería y recordar cuánto me impactó a los 20 años, cuando soñaba con
escribir novelas así.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Ahora toca viajar al frío polar, a las ballenas y a los
secretos que esconde el hielo. En ello ando.
miércoles, 20 de noviembre de 2024
Entrevista a Pepe Velasco Romero, autor de "Escritos desde el frente".
Háblanos un poco de ti.
Reside en ese horizonte utópico, siempre veleidoso y huidizo. En ese empeño de esperanza constante. En un perenne sueño y lucha decidida por un mundo mejor; siempre sustentado en la razón, la solidaridad, la empatía y el sentimiento, pienso que más importante y sobresaliente; el amor que a través del tiempo despunta y se antepone con brío a tanta mezquindad, sinrazón y barbarie.
¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la
primera publicación hasta esta última?
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Entrevista a Custodio Tejada, autor de "Rinzenmuseum".
Háblanos un poco de ti...
Hace justo ahora un año que me hiciste estas mismas preguntas con motivo de la publicación de mi anterior libro Brújula Veleta, y en algunas de ellas me remito íntegramente a las respuestas de entonces. La verdad, como ya dije, me produce cierto pudor hablar de mí. Soy maestro. Ya he brincado los cincuenta y las alas del medio siglo me dan una perspectiva de la vida que no quita que siga pensando que lo mejor está por venir. Cada vez me gusta más la rutina del día a día o la gran aventura de las pequeñas cosas y los instantes. No sé para qué sigo escribiendo, quizá para conocerme mejor a mí mismo y lo que me rodea. Quizá para llegar antes al silencio. Mi silencio ya ocupa nueve libros, y parece el primer verso endecasílabo de otro poema.
¿Qué podemos encontrar en las
páginas de Rinzenmuseum?
Lo
primero decir que es un nuevo poemario, el octavo. Y como he dicho en el
Prólogo Kotobagaki que abre el libro: “Escribir un haiku (o cualquier estrofa
japonesa) es una forma de impresión por gyotaku, de Sábana Santa. Gyotaku es
una técnica japonesa de impresión que se realiza por contacto, como una especie
de «protonegativo»
fotográfico. En este caso la tinta es el lenguaje y el papel es el alma del
poeta. Esa impresión se convierte en el testimonio de la ausencia, en la
esencia misma de la huella. Igual que una sombra.” El poemario está dividido en
cuatro partes. La primera “El jardín de los instantes luciérnagas o los trinos
panojas” compuesto de 273 haikus-senryus-zappais-jiseis. La segunda parte
titulada “Luminiscencias gyotaku” tiene 83 tankas-gogyokas. En las dos partes
siguientes, la tercera que se titula “Cámara obscura” con diez poemas y la
cuarta “Puente místico” con once, son poemas de mayor extensión. En el poemario sentirás el abrazo entre la
espiritualidad-transcendencia oriental y la espiritualidad-transcendencia
occidental. De ahí el título que resume el alma del libro, Rinzenmuseum,
compuesto por dos palabras, una japonesa Rinzen que significa “despertar
súbito” y otra latina Museum que significa “lugar consagrado a las musas”. La
contemplación y la meditación son los faros que lo habitan.
¿En qué ingrediente reside la fuerza
de este libro?
En
la contraportada del mismo se puede leer: “Rinzenmuseum tiene algo de templo,
pero también de ágora y oráculo.” Es templo porque en él encontraréis
espiritualidad y transcendencia. Es ágora porque en él también hay crítica
social y diálogo con la consciencia individual y colectiva del autor y su
época. Y también es oráculo porque muestra caminos, puedes encontrar preguntas
más que respuestas, y además ofrece al lector sentimientos, emociones, ideas,
pensamientos, valores, huellas, miradas… Y es así, como Rinzenmuseum se ha
convertido, al menos para mí, en un camino si no místico, sí espiritual,
reflexivo y contemplativo y también juguetón que empieza en uno y acaba en la
otredad.
¿Cómo describirías tu trayectoria de
escritor desde la primera publicación hasta esta última?
Leo
todo lo que puedo, intento aprender cada día y a veces escribo porque lo
necesito. Me remito también a la respuesta de esta misma pregunta en la
entrevista que me hiciste en diciembre de 2023 con motivo de la publicación de
mi anterior libro Brújula Veleta. Y hoy además la describiría con el siguiente
titular: Mi granito de arena. Incluso si alguna vez tuviera unas obras
completas no me importaría que este fuera el título elegido en un momento dado.
¿Cuál fue el último libro que leíste?
¿Por qué lo elegiste?
Suelo
leer varios libros a la vez, y de distintos géneros, así cuando me canso de uno
descanso en el otro, y viceversa. Últimamente estoy disfrutando de las
relecturas que cada día me parecen más necesarias y muy reconfortantes, sobre
todo ante el vértigo editorial en el que vivimos, donde los títulos nacen y
mueren casi sin darte tiempo a disfrutarlos ni valorarlos debidamente y sin la
promoción que debieran tener todos ellos. Es necesario también leer hacia atrás
para seguir viviendo-escribiendo hacia adelante. Vivimos una época frenética,
editorialmente hablando. Ahora mismo tengo entre manos Árida, el último libro
de Antonio Tocornal, Premio Andalucía de la Crítica 2023, un autor exquisito y extraordinario que tiene
una prosa magistral y poética que te transporta al paraíso lector casi transubstancialmente.
He leído varios de Antonio, pero elegí este simplemente para que me lo
dedicara, me apetecía tener un libro suyo dedicado y como no he podido asistir
a ninguna presentación cuando ha venido a Granada, aproveché la oportunidad que
me brindó el ofrecimiento que hizo el autor por las redes sociales para hacerme
con tan exótica presa literaria. Y en paralelo lector estoy con el último
poemario de Gerardo Rodríguez Salas, Los hilos de la infamia, que también lo
tengo dedicado. Otro autor que me gusta y además tengo la suerte de conocer y
apreciar personalmente. Creo que fue su telaraña lectora exótica woke la que me
atrapó, en este caso el libro de Gerardo me eligió a mí. He asistido a su
presentación aquí en Guadix y me cautivó el espíritu zeitgeist del libro, su presencia poética y la puesta en escena. Me
estoy volviendo un poco fetichista. Debe ser culpa de la edad y las manías que
el paso del tiempo nos inocula.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Pues
a seguir leyendo y a confiar en las musas y el trabajo, a ver si me bendice el parnaso
con alguna nueva sorpresa y sus sabios con alguna buena caricia. Mientras tanto
seguiré disfrutando del camino que es la verdadera inspiración y recompensa de
esta aventura lectora.
Entrevista a Mónica Doña, autora de "Oscura hierba"
Háblanos un poco de ti.
Eso habría que preguntárselo a los lectores, y ni siquiera así, habría acuerdo. Al haber tantas composiciones, cada lector puede elegir los que más le gusten, los atrapen o les sorprendan. Para mí el factor sorpresa es muy importante, y ahí puede estar esa fuerza expresiva de la que hablas. Pero luego está el rigor, la propia exigencia de este tipo de escritura que es mayúscula; la palabra exacta, la fonética acorde, la puntuación indispensable para una lectura fluida al máximo. Delicadeza contemplativa, armonía sensorial, ritmo y acento limpio.
¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?
Mis libros hasta ahora han tenido buena acogida. Me he sentido a gusto en el mundillo poético. He aprendido mucho y sigo aprendiendo. Insisto en lo de aprender porque soy muy autoexigente y a la hora de encarar cada libro nuevo me exijo más. No daré nombres pero he tenido buenos maestros que han creído en mi poesía. También procuro no repetirme porque me aburre. Quiero creer que en mi obra publicada se pueden apreciar varios registros, como dije antes. Cada libro nuevo lo he escrito como si partiera de cero.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Soy muy desordenada a la hora de leer, siempre hay varios poemarios en mi mesa. Voy pasando de uno a otro. Leo y releo alternativamente. De lo último que he leído destaco la MEDEA de Chantal Maillard. La he leído varias veces y sigue en mi mesa. Cuando no la he colocado aún en los estantes, por algo será. Chantal siempre nos da más de lo que esperábamos.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Sí, tengo un nuevo libro recién acabado. Creo que es mi libro más trabajado, y en el que he procurado tocar cierto fondo, por decirlo de alguna manera. Llevaba tiempo rondando mi cabeza pero había por mi parte mucha resistencia a escribirlo, pero al final pude vencer el miedo, ya está escrito y me ha producido liberación. No debo decir más, ya se verá cuando se publique.
lunes, 23 de septiembre de 2024
AHORATELEO, revista literaria. Número 8. septiembre de 2024.
La ciudad de los vivos de Nicola Lagiogia, por José Luis Raya Pérez.
Entrevista a Gamaliel Sánchez Salinas (Villahermosa, México), autor de Vidas mayúsculas.
Entrevista a Juan Jesús Hernández, autor de "Los descosidos de Dios"
Háblanos
un poco de ti.
Soy
periodista. Creo que he sido periodista desde pequeño, mucho antes de ir a la
Universidad, sentía los impulsos por contar cosas. Ya en el instituto creamos
un grupo de compañeros una publicación para distribuir entre los alumnos y ahí
hice mi primera entrevista a José Asenjo Sedano, un escritor accitano que
acababa de ganar el Premio Nadal, creo que su novela se titulaba ‘Conversación
sobre la guerra’, a finales de los años 70. Fue muy emocionante, tanto como un
simulacro de emisora de radio que daba música y noticias o entrevistas con
profesores en los recreos y tiempos de ocio. Incluso habría otras cositas antes
de llegar al instituto de las que podría hablar, pero bueno… Desde entonces mi
pasión por el periodismo se ha mantenido intacta. Muchos años, sí. He
colaborado en bastantes medios, en prensa y radio, aunque recuerdo con especial
cariño mi paso por Radio Popular y Patria, periódico en el que hice prácticas a
las órdenes de Juan José Porto. Hice prácticas en Patria porque en IDEAL ni me
contestaron. Años después me llamó Melchor Sáiz-Pardo y allí he permanecido
casi 38 años, hasta mi reciente jubilación, años en los que he hecho
prácticamente de todo. Por lo demás, soy nacido en Guadix y mi sentimiento
accitano es tan fuerte como el del periodismo. Adoro mi ‘patria’ de la infancia
y diría que de siempre, aunque me apena muchísimo que no acabe de tener o
encontrar el sitio que merece. Guadix es un proyecto inacabado que está
perdiendo mucho más que población.
¿Qué podemos
encontrar entre las páginas de Los
descosidos de Dios?
Pues ya que hablamos de periodismo, pienso que podemos encontrar un
relato periodístico, una crónica sobre un hecho real, el crimen de un labrador
que murió a manos de un lacayo de la ‘señorica’ dueña de las tierras que tenía
arrendadas, que he novelado desde la ficción para recrear y rellenar todos los
vacíos que rodean esta historia, que son muchos porque tras su asesinato se
levantó un muro de silencio y olvido que ha permanecido intacto durante 90 años.
Es una historia dura que es como la otros muchos ‘descosidos de Dios’ en
tiempos de hambre y miseria en el primer tercio del siglo XX, en el que el
poder mantenía los privilegios que se ejercía muchas veces con impunidad y casi
siempre con soberbia y arrogancia, especialmente como estos lugares de la
Andalucía profunda en los que el tiempo pasa muy despacio, o no se mueve.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
La trama tiene lugar a caballo entre la aldea de El
Valle de las Encinas, nombre que recibe en la novela, y la ciudad de Guadix,
donde tiene lugar el crimen, en el Arco de San Torcuato, en tiempos de la II
República. Creo que el lector se va a encontrar con un retrato social y humano
muy visual, con personajes creíbles con los que empatizará o detestará, que al
final es de lo que se trata. He querido que sea una historia amena y
entretenida, muy costumbrista de esos lugares y personajes reales y de ficción
capaces de atrapar, o eso espero.
¿Cómo
describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta
última?
Pues es
que yo soy periodista, no escritor y como periodista dejo en la hemeroteca
miles de artículos o reportajes en los que he contado historias de todo tipo y
también mucha información y análisis. Es verdad que los periodistas escribimos
y también somos escritores, pero entiendo que esta definición, como la de
novelista, es jugar en otra liga. Escribir es muy difícil, sobre todo hacerlo
sencillo y hacerlo bien para llegar al lector, y respeto mucho a los que son
capaces de crear una novela tras otra. Ellos están, estáis, en otro nivel. Mi
anterior experiencia en la edición fue el libro ‘De frente’, en el que recogí más
de medio centenar de historias biográficas de personajes granadinos que tienen
trayectorias sorprendentes e impresionantes. Todos son ejemplo de
supervivencia, de éxito o de sueños por cumplir. Y ahora ha llegado esta
novela.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo
elegiste?
El último
libro que he leído ha sido ‘El año de la sal’, de María Jesús Peregrín, que
elegí porque su historia y la de ‘Los descosidos de Dios’ tienen muchas
coincidencias. En las dos los protagonistas son nuestros abuelos, en las dos
está la crueldad y ambos transcurren en épocas similares. La novela de María
Jesús tiene mucha fuerza narrativa y es impecable, propia de una autora que
merece la pena leer. Y ahora estoy con ‘Las hijas de la criada’, de Sonsoles
Ónega, a la que he llegado con muchos prejuicios porque cuando ganó el premio
Planeta recibió críticas durísimas, demoledoras, y quiero leerla para tener
criterio propio sobre ella. Lo que he visto hasta ahora no me desagrada. Tengo
que llegar al final, pero me parece que no se ha sido muy justo con esa obra.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
No sé si
llegará a cuajar. Me lo he tomado sin prisas. Sería algo así como ‘Con la
mirada perdida’, relatos de la calle, de la gente, de la vida diaria, en
definitiva. Me gusta observar y, si puedo, dejarlo por escrito.
Entrevista a Gamaliel Sánchez Salinas (Villahermosa, México), autor de Vidas mayúsculas.
Háblanos un poco de ti.