sábado, 14 de noviembre de 2015

Separación en otoño, SUSO TORRIENTE.


El viento desató la soga débil que andaba trenzada a tu silencio. Las hojas se cayeron de mis nubes en este otoño oscuro y repentino.
Se muda ya mi piel y mis distancias cambiaron de horizontes resignadas. Entre paños y latidos de humedales sembré de tibio musgo tus pisadas.
Saliste en claroscuro y sin abrigo le abriste el paso a un sol esperanzado. La lluvia me salpica en las paredes de la copa que agito y te despide.
Los pájaros tenores se marcharon, volaron tras de ti, me abandonaron. Me queda aún tu fruta en el aliento y plumas de colores en la almohada.
Y combato este frío que me abraza regando mis fogones con rubíes. Este otoño separó dos primaveras, la tuya y la mía, tan lejanas.

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