Como nieve en primavera, por NICOLÁS CORRALIZA
Casi siempre,
la belleza es útero vació,
miseria sombría sin pulso ni estética.
Son los sentidos los que interpretan.
Déjame entrar en tus alturas,
acoplarme a tu talla
de perfecto gálibo.
Hay que tomarse en serio la risa
y soñar con luz,
una oscuridad
donde la tristeza no pese demasiado.
Después,
habrá despedidas
pero merece la pena extinguirse
como nieve en primavera.
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