lunes, 23 de septiembre de 2024

Entrevista a Gamaliel Sánchez Salinas (Villahermosa, México), autor de Vidas mayúsculas.




Háblanos un poco de ti.

Soy profesor Normalista, me gusta leer y escribir y compartir ambas cosas, sobre todo con niños y adolescentes. 

Este mes de octubre cumplo 37 años como docente en el nivel de educación básica,  lo que me ha llevado a entender los caminos de la enseñanza y el aprendizaje en la escuela pública.

Me gusta el periodismo y lo practico desde hace más de 30 años, creo que tiene que ver con mi gusto por la historia de mi pueblo y de su gente. Lo anterior me ha convertido, en el concepto de nuestro poeta Jaime Sabines, en un peatón: Me gusta caminar, mochila al hombro, aún con lo difícil que se hace hacerlo en estos tiempos violentos, conversar con la gente, preguntar sobre la vida cotidiana y su rica simplicidad. Ahí encuentro los mis apuntes que más adelante me darán elementos para escribir ficciones o realidades, literatura o periodismo.


¿Qué podemos encontrar entre las páginas de Vidas mayúsculas?

Todo comenzó hace meses, más de 3 años, conversaba con mi amigo, el pintor Edén García, en un momento de la charla me confío su preocupación: Nuestros artistas plásticos fallecidos han sido olvidados. Tenemos que recuperarlos; investigar sus biografías, ilustrarlas y publicarlas en fascículos, pero no solo a los que se nos adelantaron, también a los que están vivos. Yo tomé nota y me apunté. La conversación siguió su curso, el artista me contó, con inusual desparpajo, sus días de infancia e inicios en el ambiente de los artistas plásticos.  Después de horas de charla y cerveza nos despedimos.

Esa noche, antes de dormirme, escribí los detalles que Edén me confió y lo subí a mi muro en Facebook. Mientras llega el momento de hacer el fascículo ilustrado, dejo aquí estos apuntes, me dije. Amigos comunes, en mensajes y llamadas, me agradecieron la publicación. Días después me asaltó la idea de conversar con amigas, amigos o aquellas personas que admiraba o que admiraban mis amistades y escribir lo conversado, con el resultado hacer un libro. Y así comencé. En un principio el libro se llamaría; Villahermosa. Las otras voces. Pero como en la lista de entrevistados/as no sólo había villahermosinos, pensé en cambiar Villahermosa por Tabasco.

Conversando con Roberto Román, amigo y poeta, sobre el proyecto, me ilustró basado en su lectura del libro de Pierre Michon; Vidas minúsculas, "una autobiografía hecha a base de la reconstrucción de las vidas ajenas". Me interesó y prometí leerlo, pero en ese momento decidí que el nombre de mi libro sería Vidas mayúsculas. Después de más de un año y 22 entrevistas, decidí que era ya suficiente para conformar el libro. Las entrevistas tuvieron la generosa hospitalidad del diario Presente, de Contraste Político y de Clarín. Agradecido con los maestros del periodismo; Víctor Sámano, Roberto Barboza y Guillermo Hübner.


¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

En Vidas mayúsculas he privilegiado la escucha. Son veintidós historias en las que procuré no intervenir, creo que en este libro las palabras de sus protagonistas están escritas en el sentido en que fueron pronunciadas  y eso para mí es los importante.


¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última? 

Como escritor soy muy inconsistente, no me causa pesar esta condición, pues la suplo con mi condición de lector y promotor de lo que leo con mis alumnos, amigos y con niños y adolescentes en clubes de lectura de mi ciudad, de mi estado. Si Borges decía que su orgullo estaba en los libros que había leído y no en los que había escrito , yo diré, guardando  la abismal distancia, que me enorgullezco de los libros que he leído y compartido. Sin embargo el escritor que me habita está ahí, latente y no lo apuro...


¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

Estoy leyendo una novela que es un clásico y había yo postergado por mucho tiempo, es "Un día en la vida de Iván Denisovich" de Alexander Soljenitsin. Creo que los tiempos que vive el mundo, el desvanecimiento de las ideologías, me llevaron a recuperar este trabajo de Soljenitsin.

 
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

En la pandemia, comencé a llevar un registro de alumnos y alumnas  destacados por una u otra cosa. Cada registro es un relato, una historia de resiliencia y ganas de vivir. Probablemente este año salga el primero convertido en libro. Esta pensado para todos, pero muy en especial para los jóvenes.




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