lunes, 15 de mayo de 2017

De azul, por ISABEL PÉREZ ARANDA.



Sentí el azul de los azules
en lo más profundo de mi ser
y urdí vuelos azulados
sin más deseo que volverme azul.

Entendí que pensar en color
implicaba poseer sus claves,
psicológicas y simbólicas,
entendí a Millet entre rojizos,
azulados y turquesas, tan sutil
que eclipsa.

Percibí la inmensidad, el azul de Klein,
hipnótico y puro,
a Tiziano “príncipe de los colores”,
a la misma hora la luz de Manet,
la seducción de Degas,
el color-música de Cezanne,
la sugestión amarilla de Gauguin y,
la intensidad emocional de Van Gogh.


Sentí el azul en todo su espectro,
su energía, su profundidad,
fui consciente del mensaje,
fui consciente del poder,
y urdí vuelos azulados
sin más deseo que volverme azul.


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