viernes, 14 de abril de 2017

Para otro tiempo, por JOSÉ ANTONIO HERNÁNDEZ GARCÍA

Traigo mescolanzas en auge, 
serpentinas y augurios, 
mientras bailan nuestros días en los calendarios, 
creyendo que somos siempre niños. 

Niños de Julio, de enero,
colgando nuestra infancia en sus alambres,
apilando nuestro polvo ajeno en sus ventoleras.

Yo, en mis palabras,  te recibo lentamente,
leve en tus calendarios,
donde somos esquirla,
ejercitando nuestra contemplación en los amoríos. 

Hoy he visto cruzar al primero,
hoy, que soy mi hueco disfrazando.
los segunderos de mis años,
embovedados en la latitud donde nazco.

Borrándome de tus nubes  que merodean por mi espejo, 
controlando mi fulgor pajizo, 
dejándome a un octubre tibio en mi postigo, 
el mismo día que  conocimos nuestras transparencias, 
germinadas en las calles  de mayo.

Olvidándote de tus tributos y tu canon de amante desbordado, 
en los arrabales de tu poesía, parecida al recuerdo. 

Eres lo mejor que he consumido
entre abriles y septiembres de manera sencilla, 
en la comunión de mi primer calendario
donde señale mi estancia ácrata,
despertando en junio tu luz germinada
en las calles de mayo,donde me encuentras,
empezando  mi nombre a mitad de marzo,
vigilándome hasta mi despedida de las auroras
como dicen mis amores. 

Mi tiempo fue fugaz.


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