jueves, 14 de enero de 2016

A Clori, detenida ante un semáforo, por DAVID HIDALGO VERNALTE.








Imitando a tus labios la color

otro cíclope triple muestra rojo

el escándalo vítreo de su ojo

que detiene las toses del motor.


Entre el tráfico, ajena a su clamor,

aprovechas la espera sin enojo,

te peinas y te miras de reojo

en el viejo cristal retrovisor.


Mientras tanto, impaciente de tu piel,

muero por escuchar el sobresalto

de tu coche subiendo por la cuesta.

Qué mordiente la espera, qué cruel

el tiempo detenido en el asfalto

cuando viene el amor en un Ford fiesta.

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