Se abre el telón,
el silencio del público,
esa morena que baila,
mientras las notas de una guitarra,
suenan como quejíos
el taconeo en una tabla…
Llega el rocío,
el cante y la bulería,
el silencio se rompe otra vez…
se mojan los ojos de emoción,
al ver como el vestido de lunares,
se pasea con energía,
al compás del corazón…
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