martes, 14 de mayo de 2019

EL LAMENTO, por Gloria Acosta.



  Se lamenta el tiempo. Examina cajones, armarios y alacenas. Escudriña en sus recuerdos para subsanar un error y su pensamiento gira y gira en espiral porque el tiempo es indetenible. Nace muriendo y muere naciendo, una y otra vez hasta el infinito. Últimamente le acecha la curiosidad de desaparecer, la necesidad de la nada. Revisa albaranes y cartas, quejas, reclamaciones y  agradecimientos. El regalo de una tregua a la enfermedad, las cien velas de una tarta, las firmas de acuerdos arrancadas al tiempo de las negociaciones, deudas saldadas fuera de plazo. No siempre acierta. ¡Se siente tan mayor!... y se lamenta.
  Pero como tiempo al tiempo no le falta, al fin esclarece su desatino. Entregó a ella la relatividad del tiempo que vuela y a él la del que no termina de pasar.

Lástima de pareja.

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