domingo, 14 de febrero de 2016

El sol en el ocaso, por ANTONIO PELÁEZ.



Como ascua que el cielo difumina,
entre nubes, azules, ocres, rosas…
apagando las hogueras misteriosas
la luz, hacia el ocaso, se encamina.

Bajo ese horizonte  en que germina
la sombra de las casas, ya borrosas
se intuyen las dos caras de las cosas:
la humana abajo, arriba la divina.

El fotógrafo siempre se sorprende
al ver como su cámara recoge
la magnifica estampa al aguafuerte
de un atardecer lleno de duende…
Y al artístico ojo sobrecoge
la metáfora diaria de la muerte.


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