jueves, 14 de enero de 2016

Soneto de San José, por MANUEL AMEZCUA MORILLAS.






La Iglesia Copta de Egipto, ahora mártir, representa la huída tradicional en una pequeña barquilla que sirve a la Sagrada Familia para cruzar el Nilo.




No se cansó del peso mi jumento
ni el alba adelantó su fulgor puro.
Tomé al niño y a su madre, estaba oscuro,
y rápido embarqué en fugaz momento.

La barca no zozobra por el Nilo,
al cruzar de la tierra de la huída
hasta esta otra patria de acogida
que es refugio de paz, mientras vigilo.

Yo, José, ahora me comprometo
a enseñarle a mi hijo las memorias
de su tierra lejana, en el respeto
de estar entre los últimos del mundo,
olvidados en patera de parias

pero capaces del amor fecundo.

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