lunes, 14 de diciembre de 2015

Miseria, por LUIS LÓPEZ-QUIÑONES RUIZ.



Mi corazón, esmeralda tallada
late por sus infinitas caras
mientras tus dedos de orfebre
lo moldean a su antojo.

Como rubí, rojo intenso
es mi sangre cuando hierve,
es la herida de mi amor
y son tus palabras hirientes.

Son del color del zafiro
los ojos de mi condena,
tan hermosos como fríos
tan intensos como crueles.

En tu pecho, diamantes
rocosos e inaccesibles,
sin grietas a la ternura
ni abrazo que lo conquiste.

Como brillantes engarzados
uno que ríe y otro que sufre
como perlas gemelas de ostra
que se atraen y se repelen.

Munich, 4 de diciembre 2015





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