sábado, 14 de noviembre de 2015

Recuerdo infantil, por ALICIA MARÍA EXPÓSITO.



En noviembre
se llenaba la casa
de olor a arroz con leche,
 a castañas asadas
y a manzanas maduras.
Por las tardes,
 todavía muy temprano,
salíamos al camino.
En invierno
 buscábamos el sol,
y en  el otoño las acerolas dulces
y las moras.
Por el cerro,
entre arboledas,
veíamos el cortijo.
“Era allí-me decías-.
Allí vivió el abuelo”.
Y yo detenía el paso
para escuchar tu historia.
Imaginaba un cuadro,
una acuarela azul,
clara como aquel cielo,
limpia como tus ojos.


Así, entre cuentos,
cruzábamos la rambla
triste de invierno,
empapada aún
de rocío mañanero.
Con el paso cansado
 llegábamos al pueblo.
¡Qué lejos han quedado
 aquellos días
y a un tiempo
qué cercanos!.
Recuerdos infantiles.
Eran tardes de sol.
Los árboles hablaban
con una voz de viento.
Como cada noviembre,
cantaban las acequias

y el campo sonreía.

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