viernes, 15 de mayo de 2015

Semillas de clemencia, por ISABEL PÉREZ ARANDA.




Cuando el sentido acuse tanto horror,
no habrá tiempo, no habrá nada.
De la tierra nacerá más tierra,
de la mar  nacerá más mar y así,
se despojará de los minúsculos parásitos que la asfixian y
remolinos de viento aventarán.
Cuando ya la mano del hombre
no pueda destrozar cuanto toca,
resurgirán las flores por doquier,
ramajes de hiedra y de jazmín
poblarán cemento y hormigón,
rebrotarán por resquicios y por grietas
conquistaran la faz.
Cuando la mente del hombre
no pueda especular con el mal,
florecerán las rosas sin espinas
que cubrirán fronteras y murallas,
se vestirán desiertos de amapolas,
llanuras de trigo y azahar.
Y la espera de otros tiempos, en este momento,
cuando la esencia de hombre y de la tierra sean una,     
ramificarán los bosques en el orden prudencial,
retornarán las formas

y nacerán semillas de clemencia.

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