lunes, 14 de julio de 2014

Serán tus labios, por ALICIA MARÍA EXPÓSITO.

         

Tenías en el aire
distancias y veredas,
lejanos los abrazos,
los besos entreabiertos.
El viento de tu esencia
apagó para siempre
caminos y montañas.
Todo te lo llevaste:
la sombra de tus ojos,
el rostro en primavera,
el arrebol fugaz
de tu cintura.

Apenas sosteniendo entre los dedos
la preciosa simiente de tu nombre,
me dejaste olvidada
en sinuosas planicies
de llanto y de tristeza.

Todo se fue contigo
pero tus labios no.
Tus labios aún reposan
al fondo del recuerdo.

Cuando el miedo me anude
la razón y la sangre a las entrañas,
me salvarán tus labios.
Si la noche me oculta,
rota por el espanto
de saberme tan sola,
sólo tus labios,
eclosión de la risa en la memoria,
traerán la madrugada.
Y en el mismo momento de cruzar
esa frágil frontera que separa
la muerte de la vida,
no vacilaré el paso.
Me esperarán tus labios,
tus labios solamente.

Así es mi alma:
agua y silencio,
fertilidad de tierra y mar oscuro
en el profundo surco
de tu boca.

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