lunes, 14 de julio de 2014

Poemas, por RAFAEL BENJUMEA

Con este pañuelo blanco



Con este pañuelo blanco,
borrar quiero
la arruga que cruza a veces
tu frente recia
a la tarde,
tormenta negra sin rayos,
aguacero ácido;
los garabatos inciertos
que, a bolígrafo de sangre,
rayan tu esencia morena…
borrar quiero.
noches de sábana agria,
de sofá vapuleado,
de televisión rancia,
días de insomnio encostrado…
borrar quiero.
La hiel que van destilando
los licores de las dudas,
la amargura de la cáscara
que lleva envuelta la culpa,
aunque ésta sea inventada,
el óleo resquebrajado
de futuros imperfectos
por no objetivos, ni ciertos,
con este pañuelo blanco,
que no es más que otros pañuelos,
y que no pretende serlo…
pero es el que yo tengo…
Con este pañuelo blanco,
ya lo sabes…

Borrar quiero.

Sobre la mesa pongo un corazón.




Sobre la mesa pongo un corazón;
puedes usarlo para lo que quieras.
derrite penas, canta las nanas
con dulce acento,
sabe querer.
Lo dejo aquí a tu alcance,
para cuando antojes;
te va a servir de hombro o de almohada,
de alimento tierno, de cobijo;
hazte una casa con él,
con jardín, con flores
y sin verjas,
con puertas abiertas y ventanas frescas,
usalo a placer, que te lo presto.
sobre la mesa está, te lo dedico,
podrás acariciarlo y apretarlo
contra tu pecho, como un peluche tierno;
no te mancharás, te lo prometo,
que lo he limpiado antes de ofrecerlo.
sobre la mesa está mi corazón;
tuyo será,
si lo deseas.

Como nadar en chocolate...


Como nadar en chocolate templado,
con los párpados vencidos
de un sopor tibio, almibarado,
es quererte desde lejos
es sentir tu pulso vivo sin tacto,
pegado por dentro a las dúctiles paredes
de este corazón
tan grande
que quedó casi inundado
del temblor trémulo de tus labios
de hombre.
Como caer sin fin en almohada de plumas,
eternas y mullidas,
bajando desde ti a los cielos
y quedar allí incrustado sin dolor
es guardarte mis mejores sueños….

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