miércoles, 29 de diciembre de 2021

DEDICATORIA, por Yuleisy Lezcano.

 






"Aún no son cadáveres y están muertos de miedo…"

 

Almudena Grandes

 


 

Almudena Grandes,

tú los habías reconocidos,

habías mirado en los ojos

los hombres vencidos

por el miedo de vivir la vida.

Sabías reconocer

los muertos en vida

y describir la pobreza,

extrayendo de las palabras

nuevas vibraciones,

acoplando las emociones

a una violencia mágica

para salvar la belleza de una fine trágica

y erigir en la cima de un orgasmo verbal

una estatua espectral

para recordar los cadáveres deambulantes.

Tú habías reconocidos

los hombres despiertos dormidos

que describen en modo humillante

la humanidad que acompaña el hombre

a través de una ciudad inerte,

llena de calles que conducen a la muerte.

Desde la tibia hamaca de la generación

tus palabras como una canción

todavía se abren en un sonoro abanico,

son palomas azules de auroras bellas,

traen nuevas estrellas,

enredadas en el pico.

****

No, Almudena Grandes,

no puedes morir,

porque tus palabras llenan de esperanzas

el minuto para todas las muertes.

En tus palabras

los símbolos navegan

en hondos océanos

de sensibilidad,

agitan el mundo azul

con un bando de palomas,

obras del milagro cercano

del "yo" que habla al "tú",

donde todo funciona

en torno al diálogo que mantiene

la voz que sirve de aleros

a aves insoñadas

que abren puertas cerradas

a palabras tatuadas

en la eternidad que habla

todavía con tu voz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario