sábado, 30 de octubre de 2021

REFRANES, por María Pizarro.

 



 

Camino por calles oscuras

 que tienen baldosas levantadas

guardan desprecio a las calles del centro

hasta que al fin octubre trae las lluvias.

Huelo la suciedad

debe estar cerca un basurero

podrido de niños ricos

con sus chaquetas azules empañadas de mugre.

Han dormido al raso

pero no se dieron cuenta

estaban tan borrachos que no sintieron frio.

Algunos no duermen.

De esos tengo miedo.

Bajan sus pantalones delante de un colegio

para ver como las niñas huyen despavoridas

A la vuelta de unos años serán sus violadores.

 

Una ciudad lo ilumina todo.

  

Los grandes escaparates han fundido en negro.

Entro en una cabina y me recibe

un vómito y una jeringuilla de los años noventa.

No ha pasado tanto tiempo.

La nausea me impide llamar a la policía

aunque quise antes llamar a mi madre.

Donde está el cuerpo está el peligro

se oía a cientos de kilómetros.

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