Indiscriminados, elegidos
¡gritamos!
que ser, es ser y sin dejar
de ser entre los tuyos
y los ajenos
entre grises y negros,
en mitad de rojos y verdes
buceando en el azul,
y en todos los colores sin…
sin explicaciones que vayan
y vengan pero que estén
entre la piel y hueso
de todos los te quiero
y los amores, sin explicar.
Sin explicaciones ni defensas
en los absurdos o…
“defender”
entre comas y acentos
los por y los qué o porqués
dónde se interroga el aire
el latir de las exclamaciones
y ¿para qué? reivindicar
a todo lo cierto.
Las implicaciones incriminatorías
las indefendibles normas
de corazones viejos
los hechos,
y las propias muertes
que en vida son espasmos
de osarios
dentelladas de pagos
ordenadas al diezmó
que no llega a ser
lugar u objetos,
cuando a medias sus vidas
cortan los trajes
con sentencias de pleitos
añejos.
¡Efímeras! Son las prosopografía de ojos de sapos en los instintos de baldíos y ya tuertos de gente
“Perfecta” mirando sus rasgos
de moralina y sátiras ahí…
ahí, ahí son sus retratos h trajes de hábitos y caricaturas de la vida
del Buscón en teatro.
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