RETRATO DEL DESEO, Consuelo Jiménez
Llegó sin avisar en el fragor del trueno,
las nubes alborotadas se alzaron en clamores.
Destilaba anhelo el roce,
la piel ardía bajo el arco de la quimera.
El viento eyaculaba en la mañana,
el cascabel sonaba en la hoguera.
Los ojos se adueñaron de salvajes latidos,
el frenesí de las olas arrebató la pereza al mar,
un húmedo acento aderezaba los instintos,
mientras el placer febril palpitaba cerca,
muy cerca del deseo.
Y así te guardo amor, con recelo,
temiendo a las cenizas vagando en mis dedos.
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