El flamenco ha
resultado ser un motivo de fuerte atracción para no pocos de los compositores
llamados ‘clásicos’, en el más amplio sentido del término ‘clásico. Tal vez el
ejemplo más celebrado sea el de Manuel de Falla, quien fue impulsor decidido
del I Concurso de Cante Jondo de Granada, celebrado en 1922, y compositor de
obras maestras en las que el flamenco fue fuente directa de inspiración. También
en nuestros días podemos encontrar compositores en los que el flamenco
manifiesta su influencia en alguna medida. Uno de ellos es Joan Guinjoan (Riudoms,
Tarragona, 28-11-1931). Guinjoan es, sin duda, uno de los mas destacados compositores
europeos de la segunda mitad del siglo XX y de comienzos del XXI. Estudió piano
en el Conservatorio del Liceo de Barcelona y en la École Normale de Musique de
París, y composición en Barcelona, con Cristòfor Taltabull, y en la Schola
Cantorum de París. Su sólida formación como compositor se beneficia también de
la actividad práctica que tuvo como concertista de piano y más tarde como director
de Diabolus in Musica, grupo que había creado junto con el clarinetista Juli
Panyella. Con esta formación instrumental
realizó una importante tarea de divulgación en el campo de la música
contemporánea. Desde 1986 se dedica ya por completo a la composición, con un
amplio catálogo en el que figuran desde obras para instrumentos solos y grupos
de cámara hasta la ópera, la sinfonía y el concierto de solista con orquesta.
Aún en estos días, a sus 83 años ya cumplidos, y a pesar de que su salud se ha
visto afectada en muchas ocasiones, sigue componiendo con la misma ilusión de
siempre y con toda la maestría, originalidad y pujante belleza que es
característica de su música.
Joan Guinjoan firma una de sus
partituras en los camerinos del Auditorio Nacional de Música de Madrid en abril
de 2013
Guinjoan, en entrevista publicada en el
libro Joan Guinjoan. Testimonio de un
músico, en edición de José Luis García del Busto para la SGAE, nos relata
cómo fue su acercamiento al flamenco: “Mi aproximación al flamenco va en primer
lugar de la mano de mi gran amigo August [se refiere al gran pintor catalán
August Puig], que tenía mucho contacto con este ambiente (Carmen Amaya,
etcétera). En alguna ocasión me dejó discos de flamenco. Recuerdo que el de
Sabicas dedicado a esta bailaora, aquellos sonidos que hacía con los dedos, me
llevó a componer el Homenaje a Carmen
Amaya, o también que aquellos Cascabeles
azules del disco Antología del
Flamenco me llevaron a Flamenco.
También bajo este ambiente sonoro escribí Jondo.
De hecho, lo que me estimula es básicamente su estética; me atrae al oído (sus
ritmos, sus vocalizaciones), y no tanto por su entorno. Creo que he hecho un
trabajo partiendo de sus raíces y sin acercarme a los ya existentes, como los
de Falla y Albéniz.”
Son tres importantes obras, pues, las
que nuestro compositor escribió bajo el influjo seductor del flamenco: Jondo, Homenaje a Carmen Amaya y Flamenco.
Jondo, para piano, es una obra compuesta en 1979 por encargo del Ministerio de
Cultura y Comunicación de Francia para ser interpretada por los participantes
del Concurso de Música para Piano del Siglo XX de Saint-Germain-en-Laye, y, de
ese modo, fue estrenada en abril de 1979. Está dedicada a la musicóloga
Montserrat Albet y su partitura fue publicada por la editorial Amphion de
París. Con una duración aproximada de 8 minutos, está caracterizada por una
gran complejidad de escritura y, por tanto, de interpretación. Los motivos de
inspiración flamenca se revisten sabiamente de un lenguaje plenamente
contemporáneo e innovador, siempre con el personal estilo del compositor. El
ambiente es de notable inquietud interior, siendo especialmente destacable la
sección central que, como bien hace notar la musicóloga Rosa María Fernández
García en su exhaustivo libro La obra
pianística de Joan Guinjoan, “se encuentra presidida por la idea de la
improvisación del Cante Jondo, aunque
de un modo concreto, ya que están todos los sonidos escritos, con lo que el
carácter improvisatorio afecta al fraseo, a la articulación y a la dinámica”. Jondo es, sin duda, una de las obras más
interpretadas de su autor, con varias grabaciones discográficas que se han ido
sucediendo a lo largo de estos años. Aquí podemos ver tres de ellas a cargo,
respectivamente, de los pianistas Josep Colom, José Menor y Ruth Lluis:
Aquí se puede escuchar la interpretación
de Jondo en la versión de Ruth Lluis
procedente de este último CD:
El
Homenaje a Carmen Amaya para seis percusionistas, escrita por encargo de
las Soirées Catalanes du Studium de Toulouse, data de 1986. Está dedicada a los Percusionistas de Estrasburgo,
quienes la estrenaron en las citadas Soirées de Toulouse el 16 de abril de
1987. La partitura fue editada por Max Eschig, París. Con una duración
aproximada de 18 minutos, la más llamativa característica de la obra es su
riqueza y originalidad tímbrica. En una entrevista publicada en ‘ABC Cultural’
en mayo de 2001, Guinjoan manifestaba, refiriéndose a la misma: “Intento una
mutación total del flamenco a través del timbre mediante instrumentos exóticos.
El cante lo hacen los cencerros, la
cadencia frigia, gongs tailandeses ligeramente desafinados, con los que se
consigue un sonido más bonito”. Esto, sabiamente combinado con el ritmo tomado
del flamenco, especialmente en el zapateado de la sección final de la obra, y
con el siempre personal estilo guinjoaniano, hace que podamos considerar al Homenaje a Carmen Amaya como una auténtica
obra maestra entre todas cuantas se han escrito para grupos de percusión.
CD dedicado a Joan Guinjoan en el que el
Proyecto Gerhard dirigido por Josep Pons interpreta, entre otra obras, el Homenaje a Carmen Amaya.
Aquí se puede escuchar
el Homenaje a Carmen Amaya en versión
del Grupo de Percusión de la Joven Orquesta Nacional de España dirigida por
Joan Iborra:
Finalmente, Flamenco, para dos pianos, fue compuesta en 1994. Tres piezas, que
pueden ser interpretadas también por separado, conforman la obra: Tempo moderato, Calmo y Agitato. Su
duración es de 20 minutos aproximadamente. Fue encargada por el Centro para la
Difusión de la Música Contemporánea y está dedicada al gran dúo pianístico
integrado por Begoña Uriarte y Karl-Hermann Mrongovius, que lo estreno por
piezas separadas en Alemania entre 1995 y 1996. Ya como obra completa, los
mismos interpretes la estrenaron en la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando de Madrid el 3 de abril de 1997. La partitura fue editada por Max
Eschig de París. La fuerte implicación artística del Dúo Uriarte-Mrongovius con
la obra de Guinjoan, consiguió aún dar otro paso adelante con la grabación discográfica
de la obra para el sello alemán Wergo, grabación que se produjo en la Fundación
Juan March de Madrid, teniendo como base fundamental el concierto que ambos
pianistas ofrecieron en esa sala el 1 de abril de 1998.
Las canciones populares andaluzas Cascabeles azules (nana) y Duérmete, Curro (bulerías) fueron
utilizadas motívicamente en la composición de Flamenco. Pero, como en Jondo
y Homenaje a Carmen Amaya, las citas
textuales raramente existen y lo que prevalece es el desarrollo del propio
lenguaje, que puede analizarse sesudamente; mas es mejor escucharlo con la
mente y la sensibilidad abiertas para disfrutar realmente de las excelencias de
la imaginación guinjoaniana. Como concluye acertadamente Susana Zapke en los
comentarios incluidos en el citado disco publicado por Wergo, “Flamenco revela un sutil balance entre
la creatividad intuitiva y la voluntad investigadora de transgredir las
fronteras tradicionales del sonido, del ritmo, de la intensidad expresiva, de
las posibilidades sonoras del piano y de la capacidad de escucha”.
Aquí se puede escuchar Flamenco en las tres piezas que lo conforman:
En esta página web se
puede consultar la discografía general de Joan Guinjohttp://www.joanguinjoan.com/web/index.php?option=com_content&view=article&id=84&Itemid=82&lang=es
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