Algo tiene de incienso y mucho de hoguera.
Extrae del espejo de la noche
los rubores que deja resbalar sobre mi cuerpo.
Tal vez así la luna,
sembrada en el vestido
sea la vida -con las ventanas abiertas-
que estalla en sus volantes.
Y tal vez sea el escalofrío,
los tacones que hacen el amor sobre la tierra
-con sus pequeños vientres calientes y redondos-
y los lunares de mi espalda
recorridos por su voz,
lo único que existe
en el hondo vacío de los siglos.
Precioso
ResponderEliminarEstupendo poema, muy de Mar y muy español...!!!
ResponderEliminarFelicidades querida poeta amiga. :)