domingo, 14 de septiembre de 2014

El árbol de los ahorcados, por LILY TEMPELTOM



                                                 
   Todos sabemos que existen muchas historias y leyendas. En España hay muchas de estas y más en los pueblos antiguos.
Entre varios pueblos muy antiguos del norte, se encuentra un sendero que los conecta. Allí, en mitad del camino se encuentra un árbol grande y frondoso donde sus centenarias ramas son testigos de dichas leyendas que relatare en esta ocasión.
   Cuentan que todo comenzó allá por el siglo XVII, cuando una familia un tanto extraña,  se presentó en uno de los pueblos donde un pariente tenía una propiedad que se hallaba cerrada varias décadas.
  El pueblo parecía tranquilo. Los nuevos residentes no se mezclaban mucho. Sin embargo, todo cambio cuando comenzaron a ocurrir sucesos extraños entorno a ellos, los niños ya no jugaban con los de la nueva familia por miedo a que les hicieran algo y tras diversos altercados con los adultos, los ancianos del pueblo decidieron que nadie les debería de hablar; a ver si así se calmaban las cosas. Poco a poco el pueblo fue dejándolos de hablar haciendo caso a las palabras sabias de los ancianos. Fue  tanto el mutismo con ellos, que la familia decidió tomarse la justicia por su mano.
Pero les salió mal el plan establecido. Los ancianos dictaminaron que esa familia tenía que ser extinguida, pero de la faz de la tierra por querer matarlos con maleficios y brujería e intentar envenenar a sus familias. Por ello, después de diferentes comentarios  los asombraron al alba llevándoselos hasta ese árbol se encontraba a mitad en el sendero. Allí, de sus gruesas ramas los colgaron, les pusieron un saco de pólvora en el cuello de cada uno de los miembros de la familia. Según un vecino,  había escuchado que así los seres infernales y malditos como ellos, nunca resurgían del infierno al que fueron enviados.
   Con todos colgados y supuestamente muertos siguieron sus vidas, pero prohibieron que todo aquel que se acercase allí, fuera castigado con la muerte. Desde entonces nadie se atrevió a ir.
  Lo que nadie se esperaba era que uno de los niños logró escapar y ahora su descendencia sigue hoy entre nosotros.
Aunque no te recomiendo que pases sobre la media noche cerca del árbol, ya que se reflejan los cuerpos colgados de esa familia en sus gruesas ramas. Y si te acercas incluso un poco más, puedes oír sus dolorosos lamentos. Lamentos que se juntan a un malestar en tu cuerpo y una niebla que te seduce y si te dejas llevar más…
   Díganmelo a mí y a las cientos de almas que me rodean.


2 comentarios:

  1. Terroríficamente bueno

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  2. Hola Anónimo, seas quien seas muchas gracias por el comentario aunque es corto es inmensamente grande para mi.
    Un saludo.

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